miércoles, 26 de abril de 2017

"Volver a repetir"

   ¿Quién no ha escuchado —o incluso dicho— alguna vez: “¿Te lo vuelvo a repetir?”, en tono amable o de enfado —según el contexto—, o su variante: “¡No te lo vuelvo a repetir!”, esta última rozando la amenaza, cuando nos quieren  —o queremos— decir algo por segunda vez?

     Si consultamos el diccionario de la RAE y atamos cabos, descubrimos que, nada más lejos de la realidad, cuando "volvemos a repetir" decimos lo que decimos 3 veces:

    Repetir:
“1. tr. Volver a hacer lo que se había hecho, o decir lo que se había dicho”

     Volver:
“23. intr. Repetir o reiterar lo que antes se ha hecho. Volver A entrar, A empezar”

   Ahora analicemos la situación en secuencias. Si yo digo “¿Te lo vuelvo a repetir?”, ¿qué  se desencadena a mi alrededor?

      Este sería el esquema:

     1- "Cierra la puerta cuando salgas"
          Digo (realizo la acción de decir algo) -> 1 vez

     2-"Cierra la puerta cuando salgas"
         Repito (realizo de nuevo la acción de decir algo) -> 2 veces

     3-"Cierra la puerta cuando salgas"
         Vuelvo a repetir (realizo de nuevo la acción de decir de nuevo algo) -> 3 veces

    En conclusión, con un “¿Te lo repito?” o un “¡No te lo repito!” en los casos en que decimos por segunda vez un mismo enunciado, es más que suficiente. Lo que sucede generalmente es que nos saltamos el paso 2 y vamos del 1 al 3 (del "decir" al "volver a repetir"). De esta forma, “volvemos a repetir” antes de “haber repetido”. 

    En ocasiones, se debe a un exceso de empeño expresivo, en momentos en los que al emisor se le hincha la vena del cuello y no puede perder el tiempo en constatar si está "diciendo", "repitiendo" o "volviendo a repetir" al receptor testarudo, distraído, torpe o hipoacúsico. En este caso se trataría de una redundancia refleja, pues seguramente el número de intentos infructuosos de comunicación supere las 3 veces y la paciencia del que habla—. Aun así, es más aceptable que cuando un escritor relaja la pluma y suelta un “volver a repetir” sobre algo que ni siquiera ha dicho con anterioridad, dejando al lector sumido en el sinvivir de averiguar qué se ha perdido, si estaba poniendo todos sus sentidos en la historia...

   Resumiendo, las redundancias van en contra del sistema de economía de una lengua, por cuanto entorpecen su objetivo principal que es facilitar la comunicación entre sus usuarios. Y esto es lo que nos dice al respecto el DPD:

 2. Volver a + infinitivo. Perífrasis que indica la repetición de la acción expresada por el infinitivo [...] Debe evitarse su empleo redundante con verbos que ya expresan repetición, como recaer, recomenzar, rehacer, etc. [...]. 

  En cualquier caso, si la repetición es uno de los mejores mecanismos de aprendizaje, vamos apañados, pues a veces no solo no funciona, sino que crea el efecto contrario al deseado, sin hablar de lo cargante que puede resultar tanto para el que habla como para el que escucha. Expresiones como la melodramática "repetir hasta la saciedad" ponen de relieve lo frágil que es la comunicación humana y lo indispensable que es que todos los elementos que intervienen en ella estén en completa sintonía. Probablemente, si alguien tiene que "repetir" algo durante el proceso, sea aconsejable revisar, no solo el código, sino el mensaje en sí y las capacidades de interacción de emisor y receptor.



4 comentarios:

  1. Es una pena no ser capaz de describir con palabras lo que me has hecho reír...casi se me saltan las lentillas! Con lo caras que son!!!! Muchas gracias...y me sirve para gritar "mas correctamente" a mis hijos a partir de ahora...

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    1. Agradecida yo por tu comentario, y tus hijos por el cambio radical que esto va a suponer en vuestras relaciones educativas :P

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